Puede que hayamos pecado mucho. Incluso, esa concatenación de errores nos avergüenza. Pues bien, Dios desea perdonarle y que usted comience una nueva vida.
Por Fernando Alexis Jiménez | Misión Edificando Familias Sólidas
Si hay algo de lo que adolecemos los cristianos, es de la sabiduría necesaria para conducirnos, guiar a nuestra familia y, de paso, estrechar nuestra intimidad con Dios.
En las Escrituras hallamos numerosas referencias sobre la importancia de apropiarnos de la sabiduría que proviene del Padre para avanzar conforme a Su propósito en todas las áreas de nuestra vida:
“El principio de la sabiduría es el temor al Señor; los necios desprecian la sabiduría y la enseñanza… ¡Dichoso el que halla la sabiduría y se encuentra con la inteligencia! ¡Son más provechosas que la plata! ¡Sus frutos son más valiosos que el oro refinado! Son de más valor que las piedras preciosas; lo más deseable no es comparable a ellas. Con la mano derecha ofrece una larga vida, y con la izquierda ofrece riquezas y honra. Sus caminos son un deleite, y en todas sus veredas hay paz.” (Proverbios 1:7; 3:13-17 | RVC)
Observe cuidadosamente que el pasaje señala la necesidad de darle a Dios el primer lugar en nuestro ser y, por supuesto, en la vida familiar. En segundo lugar, apropiarnos de la sabiduría que nos da nuestro Creador, trae gratificación a nuestra vida, mejora las relaciones interpersonales, produce sanidad y armonía a nuestro mundo interior y, finalmente, nos ayuda a caminar en el plan del Señor. Ese propósito eterno que Él trazo para nosotros.
LA SABIDURÍA ES MÁS VALIOSA QUE LAS RIQUEZAS
Salomón, uno de los reyes con más poder, riqueza e influencia en toda la historia de la humanidad, entendió este principio milenario: la necesidad de la sabiduría que nos regala Dios.
En la Palabra leemos:
“Esa misma noche Dios se le apareció a Salomón y le dijo: «Pídeme lo que quieras que yo te dé.» Y Salomón le dijo a Dios: «Tú has tenido gran misericordia de David, mi padre, y a mí me has puesto en su lugar como rey. Señor y Dios, confirma ahora la promesa que le hiciste a David, mi padre, pues tú me has puesto como rey de un pueblo tan numeroso como el polvo de la tierra. Por favor, dame sabiduría y conocimiento para presentarme delante de este pueblo. A decir verdad, ¿quién podrá gobernar a tu pueblo? ¡Es tan grande!» Y Dios le dijo a Salomón: «Por haber pensado así, y por no haber pedido riquezas, ni bienes ni gloria, ni la vida de los que no te quieren, ni una larga vida, sino que has pedido tener sabiduría y conocimiento para gobernar a mi pueblo, sobre el cual te he puesto como rey, recibirás sabiduría y conocimiento, y además te daré riquezas, bienes y gloria, como nunca antes tuvieron los reyes que te antecedieron, ni tendrán los reyes que te sucedan.»” (2 Crónicas 1:7-12 | RVC)
Salomón marca una pauta para nosotros hoy. ¿De qué nos sirve el reconocimiento y la solidez financiera si no somos sabios y prudentes? ¡Nuestra vida personal y familiar se irán a pique como consecuencia de los equívocos en los que incurrimos con frecuencia!
PASOS PRÁCTICOS HACIA LA SABIDURÍA
Lo más probable es que, en este punto, coincidimos en la importancia de ser sabios en nuestras actuaciones cotidianas y, en segundo lugar, en reconocer que la auténtica sabiduría—la que obra y ejerce influencia, incluso en otras personas–, proviene de nuestro Padre Dios.
Compartimos con usted siete pasos sencillos, prácticos y eficaces.
1.- Desarrolle intimidad y dependencia de Dios.
2.- Pídale a Dios sabiduría (Santiago 1:5-6; Proverbios 2:15)
3.- Haga un alto en el camino y evalúese con el fin de identificar errores y dispóngase a corregirlos (Efesios 5:15)
4.- Someta su vida personal y familiar en manos de Dios y permita que Él le guíe en todo momento (Mateo 7: 24-29)
5.- No se deje arrastras por los impulsos y si va a caer en ese comportamiento, pida ayuda y fortaleza a Dios (Proverbios 14: 1)
6.- Pídale a Dios que le ayude a entender Su tiempo perfecto (1 Crónicas 12:32; Proverbios 11:30)
7.- Someta su vida y sus planes en manos de Dios (Salmo 37:5; Proverbios 16:3)
Revise este listado. Comprobará que es sencillo, pero, además, desencadena transformación en su vida porque es la sabiduría divina la que estará invocando y sin duda la recibirá. Sabiduría para saber pensar y actuar apropiadamente en cada circunstancia de nuestro día a día.
UNA DECISIÓN SABIA
Tras abordar el tema, permítanos preguntarle acerca de una decisión sabia que es necesario tomar: ¿Ya se apropió de la gracia de Dios para emprender una nueva vida?
Recuerde que es por la gracia de Dios que recibimos perdón de pecados, la entrada a una nueva eternidad y al cruzar el umbral de la muerte, la vida eterna al lado del Señor.
En las Escrituras leemos:
«Por tanto, acerquémonos confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para cuando necesitemos ayuda.» (Hebreos 4:16 | RVC)
Puede que hayamos pecado mucho. Incluso, esa concatenación de errores nos avergüenza. Pues bien, Dios desea perdonarle y que usted comience una nueva vida. Hoy es el día para tomar la decisión de acogerse a la gracia divina y abrirle las puertas de su corazón a Jesucristo, para recibir perdón.
El evangelista, Billy Graham, en el libro “Lo que sucedió en la cruz”, anota lo siguiente:
“No podemos salvarnos por nuestras propias obras, sino sólo por la gracia de Dios a través de la fe en Cristo…. La gracia de Dios no es algo que se da a los que lo merecen, sino a los que están desesperados y lo necesitan… La justificación no es el resultado de nuestras obras, sino de la gracia divina que recibimos a través de la fe”.
Decídase hoy por la gracia. El Señor la tiene a su disposición, pero jamás lo obligará a que tome la decisión de recibirla. Es usted quien debe tomar esa decisión. Hoy es el día oportuno para hacerlo…
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